Entre el Fuego y la Superstición: Cómo Nació la Caza de Brujas en Escocia


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El Origen de la Histeria de las Brujas en Escocia: ¿Cuándo y Por Qué Empezó el Terror?

Para sumergirnos en las sombrías historias de brujería en Escocia, como la de Janet Horne o los juicios de North Berwick, primero debemos entender dónde se encendió la chispa de esta terrible persecución. La creencia en la magia es tan antigua como la humanidad, pero la caza de brujas masiva y legalmente sancionada en Escocia tiene raíces muy específicas.

¿Cuándo Apareció la Persecución Masiva? El Siglo XVI y la Ley de 1563

La brujería como delito grave y la persecución a gran escala en Escocia comenzaron a tomar forma a mediados del siglo XVI. Antes, la magia popular era parte de la vida, pero sin una campaña sistemática.

El punto de inflexión fue la promulgación de la Ley de Brujería Escocesa en 1563. Esta ley declaraba que cualquiera que practicara o tuviera tratos con brujas sería castigado con la muerte. ¡Esta declaración legal abrió las compuertas a una ola de paranoia y terror!

A partir de 1563, y especialmente con picos de intensidad a finales del siglo XVI y principios del XVII (notablemente tras los Juicios de North Berwick de 1590-1592, impulsados por el propio Rey Jacobo VI), Escocia se convirtió en uno de los países con la mayor tasa de ejecuciones por brujería en Europa. Se estima que entre 2.500 y 4.000 personas, en su mayoría mujeres, fueron acusadas, y entre 1.500 y 2.500 fueron ejecutadas entre 1563 y 1736. Esto representa una proporción de la población ejecutada significativamente más alta que en cualquier otro país europeo.

La caza de brujas en Escocia

Por Qué? Un Cóctel de Factores Políticos, Religiosos y Sociales Explosivos

La aparición de la caza de brujas en Escocia no fue por una única razón, sino por una tormenta perfecta de circunstancias que crearon un ambiente de histeria colectiva:

La Furia de la Reforma Protestante y el Puritanismo Estricto: Este es, quizás, el factor más influyente. Escocia había abrazado el Presbiterianismo, una forma estricta del protestantismo. Líderes como John Knox predicaban la lucha contra el Diablo. En este clima teológico, cualquier desgracia (mala cosecha, enfermedad, muerte de ganado) se atribuía fácilmente a brujas. La Kirk (Iglesia de Escocia) jugó un papel fundamental, no solo alentando la persecución desde el púlpito, sino a menudo iniciando y llevando a cabo las investigaciones a nivel parroquial, ejerciendo una enorme influencia.

La Inestabilidad Política y Social: Los siglos XVI y XVII en Escocia fueron periodos de gran agitación: luchas por el trono (María Estuardo es un claro ejemplo), rivalidades nobiliarias y tensiones económicas. En tiempos de incertidumbre y crisis, la gente busca chivos expiatorios. La brujería se convirtió en una explicación conveniente para los problemas sociales.

El Miedo Al Diablo y la Demonología como "Ciencia": La creencia en un Diablo activo y poderoso que reclutaba seguidores estaba muy extendida y se formalizó con tratados de demonología. El más influyente en Escocia fue "Daemonologie" (1597), escrito por el propio Rey Jacobo VI. Este libro validaba la existencia de las brujas y su pacto con Satanás, ofreciendo "guías" sobre cómo identificarlas y procesarlas. La convicción del rey se convirtió en un modelo para futuras cazas de brujas.

El Uso Sistemático de la Tortura y la "Prueba": La tortura fue una herramienta rutinaria y aterradora para obtener confesiones. Instrumentos como la "bota escocesa" o los "tornillos de pulgar" eran comunes. La privación del sueño podía llevar a las víctimas a alucinar y "confesar" cualquier cosa. Estas "confesiones" bajo coacción eran vistas como pruebas irrefutables y a menudo implicaban a otros, creando una cadena interminable de acusaciones. Además, la búsqueda de la "marca del diablo" por "prickers" (personas que usaban agujas, a menudo trucadas) era una "prueba" común que casi siempre garantizaba un resultado condenatorio.

Factores Sociales, Misoginia y Vulnerabilidad de las Mujeres: Las acusaciones recaían desproporcionadamente en mujeres (alrededor del 85% de las víctimas). Especialmente vulnerables eran las ancianas, viudas, solteras, pobres, marginadas o curanderas tradicionales. La misoginia de la época veía a la mujer como más susceptible a la tentación diabólica, convirtiéndolas en blancos fáciles. Conflictos vecinales, envidias o disputas también podían convertirse en el detonante de una acusación.

Casos Notorios y un Legado Doloroso

La historia de la caza de brujas en Escocia no solo se cuenta en números, sino en historias individuales que personifican el horror:

Geillis Duncan: Un caso que se hizo tristemente famoso durante los Juicios de North Berwick. Geillis era una joven sirvienta en Transy Kirk, Dunfermline. Cuando su empleador notó que pasaba las noches fuera y la encontró curando a la gente, la sometió a torturas brutales. Se dice que le ataron una cuerda alrededor de la cabeza hasta que confesó. Su confesión, y la posterior identificación de una "marca del diablo" en su cuello, no solo sellaron su destino sino que llevaron a la detención y tortura de muchas otras personas, incluido John Fian. La figura de Geillis Duncan, y su confesión de tocar una diminuta gaita para que otras brujas bailaran, se convirtió en un símbolo de las fantasías y el terror de la época.

Janet Horne: Como ya sabemos, la anciana y senil Janet Horne fue la última persona ejecutada por brujería en Escocia en 1727 en Dornoch, acusada de convertir a su hija en un pony. Su trágica muerte es un punto final a una era oscura.

Hacia la Rehabilitación: El Tartán de las Brujas y la Búsqueda de Justicia

Afortunadamente, el capítulo de la caza de brujas en Escocia no termina en la tragedia. La Ley de Brujería Escocesa fue abolida en 1736, marcando el fin de las persecuciones legales. Sin embargo, el estigma y la injusticia perduraron durante siglos.

Hoy, hay un creciente movimiento para hacer justicia a estas víctimas:

Campaña "Witches of Scotland": Esta iniciativa busca un perdón legal, una disculpa oficial por parte del gobierno escocés y la erección de un monumento nacional para honrar a las miles de personas acusadas y ejecutadas. Argumentan que la justicia debe reconocer que estas personas no eran criminales, sino víctimas de una histeria colectiva y de leyes injustas.

El Tartán de las Brujas: En un gesto de reconocimiento y memoria, se ha creado un tartán oficial para las víctimas de la caza de brujas en Escocia. Este tartán (mencionado en el enlace de Euronews) se presentó oficialmente en 2025 y sus colores buscan simbolizar aspectos de sus vidas y su trágico destino. Es una forma tangible de honrar su memoria y asegurar que nunca sean olvidadas. El dinero recaudado con su venta a menudo se destina a la campaña por la justicia y los monumentos.

La historia de la brujería en Escocia es un poderoso recordatorio de cómo el miedo y la ignorancia pueden distorsionar la verdad y llevar a la brutalidad. A través de la memoria de figuras como Janet Horne y Geillis Duncan, y los esfuerzos actuales por la justicia, Escocia se enfrenta a su pasado más oscuro para construir un futuro de mayor comprensión y compasión.

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