El Gaitero Desaparecido
La historia dice asÃ:
Hace muchos siglos, se descubrió una red de túneles secretos subterráneos que conectaban el Castillo de Edimburgo con varios puntos de la ciudad, posiblemente incluyendo el Palacio de Holyroodhouse y la Royal Mile. Estos túneles eran un misterio; nadie sabÃa hasta dónde llegaban ni dónde terminaban.
Para explorar estos pasadizos oscuros y desconocidos, las autoridades decidieron usar a un gaitero. La idea era sencilla: el gaitero entrarÃa en los túneles y tocarÃa su gaita mientras avanzaba. De esta manera, los que estaban en la superficie podrÃan seguir su progreso escuchando la melodÃa de la gaita, marcando el camino que tomaba y el alcance de los túneles.
El valiente gaitero se adentró en la oscuridad, y durante un tiempo, los guardias y curiosos en la superficie podÃan escuchar las alegres notas de su gaita resonando desde las profundidades de la tierra, avanzando por debajo de la famosa Royal Mile. La música se escuchaba claramente al principio, luego se fue haciendo más débil a medida que el gaitero se alejaba.
Sin embargo, en cierto punto, justo cuando la música parecÃa acercarse a la zona de Tron Kirk (una iglesia en la Royal Mile), las notas de la gaita cesaron de repente. Los que esperaban en la superficie dejaron de escuchar. Pasaron las horas, pero el gaitero nunca regresó ni se volvió a escuchar su música.
Se enviaron equipos de rescate y búsqueda, pero no pudieron encontrar rastro del gaitero ni de los túneles que se creÃa habÃa explorado. Parece que, de alguna manera, el túnel se derrumbó o el gaitero encontró un final inesperado en las profundidades, desapareciendo para siempre.
Desde entonces, se dice que el fantasma del gaitero aún deambula por los túneles y las calles subterráneas de Edimburgo. Algunos visitantes y locales afirman haber escuchado, en las tranquilas noches, las débiles y melancólicas notas de una gaita flotando desde debajo de la Royal Mile o cerca del Castillo, un recordatorio etéreo del gaitero perdido que nunca regresó.
Esta leyenda es una de las muchas historias de fantasmas que hacen de Edimburgo una de las ciudades más embrujadas del mundo, y el gaitero es una figura muy querida y triste del folclore local.
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