Braveheart: La Historia Real vs. La Leyenda que nos Enamoró

¡Hola, amantes de Escocia!

Hay películas que marcan un antes y un después, y si hablamos de Escocia, es imposible no pensar en Braveheart (Corazón Valiente). ¿Quién no se emocionó con ese grito de "¡Libertad!" de Mel Gibson? Desde su estreno en 1995, esta película se convirtió en un fenómeno. No solo ganó 5 Oscars, sino que pintó en nuestra imaginación una imagen épica de Escocia: paisajes de ensueño, clanes valientes y un héroe dispuesto a todo por su gente.

Muchos, incluyéndome, descubrimos nuestro amor por estas tierras gracias a William Wallace y su rebelión. Pero, como en toda buena leyenda, la película se tomó... digamos, algunas "licencias creativas". Hoy, después de décadas, vamos a desentrañar qué hay de cierto y qué es pura magia de Hollywood en Braveheart. ¿Listos?

Lo que la Película Acertó (Más o Menos)

Para ser justos, Braveheart no es una invención de la nada. Los pilares de la historia son reales:

William Wallace existió: Fue un caballero escocés y uno de los líderes más importantes de la Primera Guerra de Independencia de Escocia a finales del siglo XIII.    

La guerra contra Inglaterra: Escocia realmente luchó ferozmente contra la ocupación del rey Eduardo I de Inglaterra, conocido como "Longshanks" (Zanquilargo).

La Batalla del Puente de Stirling: Wallace y sus hombres consiguieron una victoria importantísima y tácticamente brillante contra un ejército inglés muy superior.

La traición y su brutal final: Wallace fue finalmente capturado, traicionado por nobles escoceses, y ejecutado en Londres de una forma terriblemente cruel para servir de escarmiento.

Hasta aquí, la película sigue el esqueleto de la historia. Pero es en la "carne" donde empiezan las diferencias.

Los "Pequeños" Detalles que Hollywood Olvidó

Aquí es donde la cosa se pone interesante. Muchos de los elementos más icónicos de la película son, en realidad, anacronismos o pura ficción.

El Kilt y la Cara Pintada: La imagen de Wallace y sus guerreros con el kilt de tartán y la cara pintada de azul (woad) es potentísima, pero históricamente incorrecta. Los pictos, antiguos habitantes de Escocia, se pintaban la cara, ¡pero mil años antes! Y el kilt de tartán que conocemos se popularizó ¡casi 500 años después! Los guerreros de la época de Wallace vestirían túnicas de lino y cuero.

El "Derecho de Pernada" (Prima Nocta): La ley que permitía a los nobles ingleses acostarse con las novias escocesas en su noche de bodas y que desata la furia de Wallace es, según la mayoría de los historiadores, un mito. No existe ninguna evidencia sólida de que esta ley se aplicara en Escocia ni en ningún otro lugar de la Europa medieval. Fue un recurso dramático muy efectivo para justificar la rebelión.

El Romance con la Princesa Isabel: Este es uno de los mayores inventos. En la película, Wallace tiene un romance con Isabel de Francia, la esposa del heredero inglés, y hasta se insinúa que el futuro rey de Inglaterra es hijo suyo. La realidad es que, durante la Batalla de Falkirk, Isabel era una niña de apenas 3 años y vivía en Francia. Nunca se conocieron.

Wallace, el humilde granjero: La película nos presenta a Wallace como un hombre del pueblo, un granjero que se levanta en armas. En realidad, William Wallace pertenecía a la baja nobleza. Su padre fue un caballero y terrateniente, por lo que Wallace tenía formación militar y sabía leer y escribir, probablemente en latín.

¿Quién fue el verdadero "Braveheart"? Sorpresa: ¡no fue William Wallace! El apodo "Corazón Valiente" se le atribuye históricamente a Robert the Bruce, el otro gran héroe escocés que, tras la muerte de Wallace, continuó la lucha y se convirtió en rey. La leyenda cuenta que, al morir, pidió que su corazón fuera llevado a una cruzada.

La Polémica que Sigue Viva: ¿Homenaje o Insulto?

Décadas después, el debate continúa.

De un lado, los defensores: Muchos escoceses y fans de la película argumentan que, aunque no sea un documental, Braveheart capturó el "espíritu" de la lucha por la independencia. Mel Gibson y su equipo siempre defendieron que buscaban el drama y la emoción por encima de la precisión histórica. No se puede negar que la película impulsó el turismo y un renovado interés por la historia de Escocia, fortaleciendo el sentimiento nacional.

Del otro lado, los críticos: La mayoría de los historiadores, como la reconocida Dra. Fiona Watson, autora de "A Report into the Real William Wallace", critican duramente la película por simplificar y distorsionar la historia. Argumentan que crea estereotipos (escoceses salvajes vs. ingleses malvados y afeminados) y que ignora figuras clave como Andrew de Moray, un noble que colideró la rebelión junto a Wallace y fue el verdadero cerebro táctico en la Batalla del Puente de Stirling (donde, por cierto, ¡la película se olvidó de poner el puente!).

Conclusión: ¿Amamos la Leyenda o la Historia?

Entonces, ¿debemos tirar nuestros DVDs de Braveheart? ¡Para nada!

Braveheart es una obra de cine espectacular, una epopeya romántica que nos inspira y emociona. Es una puerta de entrada fantástica para enamorarse de Escocia. Lo importante es disfrutarla por lo que es: una leyenda basada en hechos reales, no un documental.

Conocer la historia real no le quita magia a la película, al contrario, la enriquece. Nos permite apreciar dos relatos fascinantes: el del William Wallace de Hollywood, un icono de la libertad, y el del Sir William Wallace histórico, un hombre de su tiempo, complejo y valiente, cuya lucha real fue, si cabe, aún más increíble.

¿Y tú? ¿Qué es lo que más te gusta de Braveheart? ¡Cuéntamelo en los comentarios!

Publicar un comentario

2 Comentarios

  1. Es verdad que hay cosas de la película que escapan a la historia pero imagino que hollywood busca generar emociones y a veces la realidad no es tan emocionante

    ResponderEliminar